Supervisión en África, Dra. Margit Vegter en Malawi

La semana pasada asistí en Malawi a la reunión de evaluación de la primera fase de los programas Save my Mother (SmM) en Gambia, Ghana, Kenia, Malawi y Zambia. Esta fue la primera reunión internacional a la que asistí como parte del equipo de la Fundación del Cáncer Femenino. Aunque las experiencias, los retos y las lecciones que se compartieron nos han enseñado a todos mucho sobre el proceso de prevención del cáncer de cuello de útero en los cinco países africanos y sin duda merecen la pena escribir un blog, no es sobre esto sobre lo que voy a escribir.

Ser nuevo en una organización me da la oportunidad de reflexionar sobre la cultura de la misma. Lo que más me llamó la atención durante los días de la reunión, es cómo la prevención del cáncer de cuello de útero fue el objetivo compartido y la primera prioridad de todos los participantes. Esto puede parecer muy obvio, pero me impresionó la pureza de estas intenciones. Perder de vista el objetivo principal de su trabajo en el laberinto de la administración, las relaciones, otras prioridades, etc., puede ser un escollo para toda organización.

En cambio, los programas de prevención del cáncer de cuello de útero de Save my Mother parecen ser muy sencillos.

Es algo que ya había observado durante mi trabajo sobre el terreno con los programas de SmM en Ghana y Kenia. Esto se hizo más evidente durante las actividades de divulgación, en las que el objetivo de ofrecer servicios de prevención del cáncer de cuello uterino de calidad al mayor número posible de mujeres durante un día, hizo que otros intereses o necesidades (como el hambre) fueran secundarios. Aunque las circunstancias de la reunión de evaluación internacional fueron mucho más cómodas que las de una extensión media, me sorprendió muy gratamente cómo la dedicación de todas estas personas de diferentes naciones y con diferentes orígenes condujo a una reunión tan inspiradora y dirigida.


Sin categoría