Proyección en casas de gobierno en Yakarta

Informe del médico supervisor de la FCF, Chrétienne Bowier -

El domingo 24 de mayo se realizó un cribado de cáncer de mama y de cuello uterino, especialmente para las mujeres que viven en las "viviendas del gobierno" de Yakarta. Mi colega me dijo que a las familias con poco dinero el gobierno les asigna una vivienda. Grandes rascacielos, llamados "edificios gubernamentales", formados por cientos de viviendas. Esperábamos que acudieran a la proyección unas 800 mujeres, repartidas por distintos barrios pobres de Yakarta. Decidí ir a un distrito de Yakarta Oeste, ya que es donde se examinaría al mayor número de mujeres.

Tardé un poco más de lo previsto en llegar a mi destino, Rusunawa Tambora, ya que el taxista no reconoció inmediatamente la dirección. Al llegar, enseguida me di cuenta de que este barrio está menos dotado que la media de los barrios de Yakarta: casas pequeñas mal mantenidas, algunas de las cuales parecen como si el propietario hubiera querido incorporar a la casa todos los materiales que pudo encontrar. La ropa tendida fuera para secarse sobre la barandilla de los numerosos balcones daba un aspecto animado a las destartaladas casas. Me di cuenta de que el gran piso del gobierno parecía bien cuidado. Me dirigí hacia el piso y vi que ya se avecinaba una gran multitud. Como yo era el único "bule" -nombre que los indonesios dan a un forastero de otro país-, la gente me miraba como si estuviera perdido. Pronto me vio Ferdy, un médico de IDI, la fundación de médicos indonesios. Ya conocía a Ferdy y me acompañó al lugar "donde se produce la magia": Cribado IVAA del cáncer de cuello uterino.

Una vez más -como ya estoy acostumbrado por proyecciones anteriores- me encontré con una disposición improvisada de cinco salas: camillas de exploración ginecológica separadas únicamente por una tela verde oscura. Las habitaciones se asignaron a un obstetra con la supervisión de un médico de base de varios puskesmas (centros de salud). Mientras se daban los últimos toques a los preparativos -como preparar los espéculos y mezclar el ácido acético para la IVAA en la proporción adecuada con agua-, ya se estaba formando una gran cola de mujeres que se habían inscrito para el cribado.

Durante la proyección, me di cuenta del entusiasmo y el empuje de las comadronas y los médicos. Las mujeres sometidas al cribado solían mostrarse menos entusiastas y algunas parecían ansiosas. No obstante, acudieron a la proyección porque se alegraron de comprobar su utilidad y beneficio, algo que es muy importante porque no siempre es tan evidente. Por ejemplo, algunas mujeres no acuden al cribado o no buscan tratamiento porque no siempre entienden el concepto de prevención:"¿por qué debería someterme a un cribado o a un tratamiento si me encuentro bien?No sufro pornada". Además, muchas mujeres temen las revisiones ginecológicas y posponen la visita al médico o ni siquiera acuden. Esto puede deberse también a que no tienen dinero para ir al médico. Por ejemplo, había una mujer que llevaba más de un año con molestias vaginales y también sufría mucho por ello. Sin embargo, nunca había visitado a un médico. Durante el cribado mediante IVAA, se le detectó una inflamación cervical grave por la que recibió un tratamiento antibiótico intensivo.

Mientras me tomaba un descanso, el cribado continuaba y, mientras comía, miré por encima del hombro de un obstetra entre las piernas de una mujer a la que estaban examinando. Aquí, en Indonesia, nadie hace caso y se considera "normal"; en los Países Bajos, no podríamos imaginar este insólito escenario. Es curioso lo grandes que pueden ser las diferencias de cultura y normas/valores. Las matronas también tomaron fotografías del cuello uterino con teléfonos móviles -previo consentimiento de la mujer examinada, por supuesto- para que la interpretación de la evaluación del cuello uterino pudiera debatirse posteriormente como momento de aprendizaje. Afortunadamente, no se detectaron estadios avanzados de cáncer de cuello uterino, pero algunas mujeres de alto riesgo fueron remitidas a crioterapia esa misma semana. Desgraciadamente, no hay "visita única" con tratamiento inmediato, que es lo que normalmente pretendemos, pero esperamos que vuelvan para recibir tratamiento tras un formulario de consentimiento de sus maridos.

En general, como en ocasiones anteriores durante el cribado, volvió a haber un ambiente relajado y agradable entre todas las matronas y médicos, y se ayudaron mutuamente cuando los resultados no parecían estar del todo claros. ¡Gran trabajo en equipo!